En la antigüedad se le atribuían poderes y supersticiones cuanto menos apocalípticas y demoníacas a un simple efecto óptico que nos hace creer ver tres soles en el firmamento, cuando realmente y como todos sabemos, solo hay uno.
Este efecto es un proceso bastante típico de la atmósfera que tiene lugar cuando la humedad de las capas bajas de la atmósfera se encuentra congelada en forma de multitud de cristalitos de hielo. Estos Soles "fantasmas" aparecen en realidad cuando la luz del Sol refleja sobre infinidad de pequeños cristales de hielo dentro de las nubes.
Veamos algunos ejemplos:
Este efecto es un proceso bastante típico de la atmósfera que tiene lugar cuando la humedad de las capas bajas de la atmósfera se encuentra congelada en forma de multitud de cristalitos de hielo. Estos Soles "fantasmas" aparecen en realidad cuando la luz del Sol refleja sobre infinidad de pequeños cristales de hielo dentro de las nubes.
Veamos algunos ejemplos: